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Imágenes realizadas por Berta Buzunariz. El proyecto aborda la transformación de una vivienda tradicional de un edificio de los años 50 del Ensanche de Pamplona para una pareja joven con un niño. Partiendo de una distribución muy compartimentada y poco funcional, el apartamento se convierte en un espacio diáfano y ordenado donde se diferencia claramente la zona de día de la de noche. Para la zona de día se opta por una única estancia polivalente que aglutina el vestíbulo, el salón, el comedor y la cocina, y que se articula mediante mamparas de vidrio y mobiliario diseñado ex profeso. La zona de noche se compone de tres dormitorios y dos baños completos. La antigua galería a patio de manzana se ha incorporado al dormitorio principal transformándose en parte de su baño. Al estar totalmente acristalada incrementa la lumininosidad de estas estancias ubicadas a norte y a patio interior. Como elemento vertebrador del proyecto se incorpora el pórtico de hormigón, que se restaura y se deja visto en toda la vivienda. Para potenciar la claridad y el orden se simplifica la elección de materiales con un criterio de unidad, suelos de madera con paredes blancas para todas las estancias, y piedra oscura para los baños. Con este mismo espíritu se diseña parte del mobiliario adaptándose a las necesidades de los propietarios. Una cuidada selección de piezas antiguas y de diseñadores del siglo XX completa la actuación.

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