Situada en el centro de Elda, esta vivienda entre medianeras busca la máxima integración y aprovechamiento de la superficie. Se consigue de un continente reducido sacar espacios con gran amplitud, elegancia y sencillez.

De los 120 m2 aproximados de parcela, en planta baja se destinan un cuarto de esta superficie para garaje y un cuarto para patio. Restan unos 60 m2 de superficie para vivienda en esta planta baja destinados a los espacios de día: salón, cocina, comedor y baño de cortesía. La planta baja está organizada de tal manera que se eliminan los pasillos, generando un espacio diáfano y totalmente organizado. El patio nos crea una gran fuente de luz natural para la vivienda.

En planta baja, generamos una medianera equipada, que mediante un armario continuo que parte desde la propia fachada, se extiende a través de las diferentes estancias, mutando y adaptándose a las distintas necesidades. Así, esta medianera equipada genera en la zona de salón el hueco integrado para la televisión y para la librería, ambos revestidos con mármol marrón Pulpis; y pasa a convertirse en mueble de cocina cuando pasa a través de la barrera de vidrio de separación entre salón y cocina.

En la planta baja el mármol blanco Carrara potencia la luz natural por todo el espacio. El techo de madera aporta calidez y elegancia. El pavimento de mármol blanco se extiende hacia el patio creando una superficie única y continua en toda la planta. En la planta superior, sin embargo, la luz natural es más abundante y se decide disponer un pavimento de madera que aporta mayor calidez en la pisada.

Debido a la conexión tan directa que existe en la planta baja con la calle, creamos soluciones que aportan transiciones filtradas entre exterior e interior. Así, en la entrada disponemos un filtro a modo de lamas correderas para crear un espacio de zaguán entre la puerta exterior y el salón. Por otro lado, el ventanal del salón se genera mediante una doble piel que genera un espacio ventilado interior. El vidrio exterior aporta seguridad, eliminando la necesidad de rejas, y por su parte interior se dispone persiana de oscurecimiento y estor enrollable. El ventanal interior de esta doble piel aporta el aislamiento térmico y acústico. Se puede por tanto ventilar el salón de forma cruzada abriendo esta piel interior de fachada, puesto que el espacio interior generado se encuentra totalmente ventilado con el exterior y filtrado además con plantas que regeneran la calidad del aire.