La Rambla de Nogalte es un vacio, en cuanto a usos y vegetación, los muros del cauce son como un paréntesis en la trama de Puerto Lumbreras.
La propuesta pretende dar una imagen de unidad, sólida, marcada por unos recorridos que cosen las dos partes del pueblo y que responden, sin desechar el pasado, con equipamientos y soluciones a nuevas realidades del presente.
Los caminos se cruzan en múltiples trayectorias desde puntos de acceso, el usuario es libre de elegir, no es un mero transeúnte que va por el único camino recto, se genera una serie de trayectorias cruzadas que ponen en valor el propio paseo por encima del destino, descubriendo a su paso espacios interesantes.
Se optará por la plantación de especies arbustivas olorosas como la lavanda, el tomillo, romero… que aprovechando el flujo de aire que discurre por la rambla embriagará el ambiente con sus aromas, y gramíneas no arbustivas como trigo, avena, cebada que crearán movimientos en su superficie. Las parcelas productivas se dividirán para crear huertos urbanos de alquiler, y huertos-escuela. La alternancia de las diferentes tipologías nos lleva a realizar diferentes rutas por la rambla, desde las que se centran en una sola tipología: el paseo de los colores entre las flores, el paseo de los olores entre las aromáticas y el paseo del tacto con las gramíneas; o discurrir por caminos cruzados para experimentar todos los sentidos en un sólo paseo.