El proyecto de oficinas de MAZA Grupo debía de resolver la convivencia entre un Estudio de Arquitectura y una Constructora, dos de las empresas del Grupo. Frente a soluciones convencionales de oficinas en locales existentes con grandes pasillos y despachos a ambos lados, el proyecto surge con la idea de generar dos espacios diferenciados pero conectados mediante un límite permeable,que permite relaciones visuales y sonoras. Ese límite hace un guiño a la persiana de aluminio característica de las puertas de nuestro pueblo, límite entre lo público y lo privado.Dicha persiana que va guiando el recorrido por la oficina y que envuelve la parte de los técnicos, genera un movimiento sinuoso limitando la parte más pública del proyecto, el acceso de clientes, y el estudio de arquitectura,con respecto a los despachos administrativos y salas de reuniones de la Constructora.
En la zona más visible el material protagonista es el KRION del mostrador y de la gran mesa central del Estudio. Ambos muebles se proyectan con conceptos diferentes, un mostrador de acceso más pesado,cerrado en sí mismo y destinado a dos puestos de trabajo en recepción; frente a la mesa, ligera, sinuosa y adaptable, elemento central del proyecto. Diseñada para 9 puestos de trabajo y ampliable a 6 más gracias a las propiedades del KRION.Ninguna estancia se priva de luz natural, las particiones son de cristal o ciegas hasta 2.30 metros con entrada cenital, como en el caso del despacho de gerencia, sala de juntas y aseo.

El proyecto fue finalista en los IX Premios de Arquitectura e Interiorismo 2016 convocados por Porcelanosa, en la categoría de Proyectos realizados.