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Una ventana hacia el bosque La nueva sede de AGUR, empresa de distribución de agua, se sitúa en la ZAC Melville Lynch de Anglet. El entorno es excepcional: un bosque salvaje cubre una gran colina y a sus pies un arroyo contribuye a su realce. Preservar esta naturaleza se convierte en nuestra primera inquietud; la piel del edificio se diseña para que la naturaleza se deslice hacia el interior y el usuario la contemple. El mobiliario sirve de apoyo de los grandes ventanales y el bosque se hace omnipresente a través de la madera del techo en continuidad con el alero. Este gesto hace que la ventana desaparezca en el paisaje. La fachada se envuelve con una segunda piel permeable de lamas verticales, simulando los tonos de la corteza de los árboles, para mitigar la incidencia solar y reducir el consumo energético. Las zonas de trabajo se organizan en torno a un núcleo central, revestido en tejas de madera, como un gran árbol, que alberga las circulaciones verticales y los servicios, con el fin de preservar las vistas panorámicas hacia la naturaleza. La sede, de 2400 m², se organiza en tres volúmenes y cuatro alturas: un zócalo transparente, un cuerpo de edificio de tres plantas para los espacios de trabajo y una terraza accesible. En el centro de la misma emana un volumen central vegetalizado que alberga y oculta las salas de máquinas, la escalera, el ascensor y los aseos. La nueva sede es de bajo consumo energético, emplea estrategias pasivas y es respetuosa con el medio ambiente. El agua, fuente de la actividad de Agur, se reutiliza mediante la recogida de aguas pluviales para abastecer los aseos, la fuente interior y el sistema de riego. Agua, naturaleza y luz en perfecta simbiosis para el bienestar de los usuarios.