Esta exposición muestra el proceso de trabajo que desarrollaron a partir de las herramientas utilizadas y de las que se generaron durante la campaña arqueológica. Son objetos en tránsito, vivos, sin “pasar a limpio” y nos hablan, desde su pureza inalterada y sensible, de ese instante en la excavación de campo o en el análisis de laboratorio, del intervalo de tiempo comprendido entre la pregunta que se plantea el estudioso y la respuesta que se redactará en un libro, entre el objetivo del trabajo y la pieza restaurada que quedará expuesta en la vitrina de un museo.

Esta exposición nos permite conocer el proceso del análisis arqueológico, en el que los objetos utilizados cotidianamente para realizar el estudio, como documentos antiguos, diarios de campo, pinceles, artículos de prensa, fotografías, carretillas, lápices, jalones, planos, ediciones impresas, niveles, etc., se convierten ahora en las piezas que forman una exposición..