La parcela se encentra en el límite del núcleo de Ares, al tratarse de una zona de expansión del casco, conviven en un entorno relativamente próximo viviendas unifamiliares adosados y edificios de viviendas. La edificación, por normativa, no ocupa la totalidad de la parcela y dispone de un jardín comunitario en la parte posterior.
La fuerte pendiente de la calle condicionó la forma del inmueble y la ordenación de las viviendas, ya que fue necesario escalonar el edificio a pesar de las reducidas dimensiones de la parcela.
Las viviendas, en su mayoría, tienen un destino de segunda residencia para el verano, se evitó en la medida de lo posible los pasillos, y en el bajo-cubierta se generan una serie de terrazas individuales que permiten la extensión de la vivienda al exterior.