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La clínica de Fisioterapia Francisco Rodenas, contó con los retos de ajustar un programa de 5 estancias en apenas 56 metros cuadrados y sin restarle amplitud a dichas estancias. Para ello, se potencio la altura del local, donde se juega con el espacio definido por los paramentos verticales de la estancia y el recorrido real que realiza una persona, proyectando el negativo en el techo. Un negativo que queda remarcado por el uso de la iluminación indirecta. Se usaron colores claros para potenciar los espacios y que fuera la iluminación la que marcara los recorridos a seguir. Fruto de estos recorridos reales de la persona, quedaron espacios orgánicos en los espacios de tránsito y recepción, evitando las aristas y conformándose con formas más blandas, hasta llegar a las zonas más estanciales ya resaltadas con un carácter más pausado.

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