Plaza de la Balsa Vieja
Totana . Murcia . España
Detalles del proyecto
Tipo: Edificación, rehabilitación
Info
1. Introducción. Flanqueada por edificaciones residenciales y en dos niveles, la plaza de la Balsa Vieja se ubica en el corazón del municipio, frente al Ayuntamiento y junto a la Iglesia de Santiago. A pesar de su localización privilegiada, este lugar de reunión, con una superficie aproximada de 3000 m2, presenta algunas dificultades: La desconexión topográfica de la plaza con el entorno urbano circundante, conlleva graves problemas de accesibilidad. La ausencia de zonas estanciales. La falta de vegetación y sombra supone la inutilización este espacio durante muchos meses del año. Nos encontramos ante un espacio sin identidad definida. Al rehabilitar este espacio solventando toda esta problemática, creamos un nuevo foco de atracción integrado en la trama urbana y de fácil acceso para todos los vecinos. 2. Metodología El objetivo fundamental del proyecto es el de revitalizar este espacio, dotándolo de un carácter propio y creando un entorno donde sea posible desarrollar múltiples usos, desde el paseo, la conversación o las relaciones sociales en las zonas más abiertas hasta la lectura o el descanso en los ámbitos más íntimos. Las estrategias planteadas para este fin son: Delimitar el espacio en dos grandes zonas o ambientes. Una zona más abierta, vinculada al uso de las edificaciones colindantes (bares, cafeterías, Centro de la 3ª edad, etc.), y un ambiente más privado, vinculado a la vegetación existente e incluso extendiendo dicha zona. Entre estas áreas, caracterizadas por la incorporación de sombra, se organiza un espacio central descubierto, flexible, apto para celebrar múltiples actividades lúdico-culturales. Resolver la accesibilidad mediante una rampa que conecta la zona más monumental (junto al Templete de Santa Eulalia) con la plaza de la Balsa Vieja, posibilitando el acceso directo desde el centro del municipio a las personas con movilidad reducida. Para ello la rampa arranca volada hasta el encuentro con la calle Puente, donde se integra con las especies arbóreas propuestas. Según la Guía Metodológica para los sistemas de auditoría, certificación o acreditación de la calidad y sostenibilidad en el medio urbano, del Ministerio de Fomento, en el indicador EPH02.08 – Accesibilidad del viario. “Cuanto mayor es el grado de accesibilidad, más seguro, atractivo, dinámico y multifuncional puede llegar a ser el espacio público” Crear un espacio seguro y confortable, elevando la topografía de la zona verde colindante con la calle Puente, para conseguir protección frente al tráfico rodado perimetral, actuando dicho montículo como pantalla visual y acústica. Complementamos esta actuación proyectando unas mamparas de vidrio laminar, frente a la entrada del parking subterráneo, que eliminan la percepción del automóvil desde cualquier punto de la plaza, mejorando así su confortabilidad. Organizar los flujos de circulación, configurando un campo de intensidad urbana mediante la aplicación de diferentes caminos y direcciones perimetrales y en diagonal a lo largo de la plaza. En su estado originario, y debido a su falta de confort la mayoría de los recorridos transcurrían perimetralmente aprovechando el abrigo proporcionado por los soportales existentes. Esto se debía a la sensación de desprotección que supone un espacio de estas proporciones y características. En el diseño original el transeúnte es observado desde cualquier ángulo y no encuentra ningún elemento de protección visual ni térmico. Gracias a la fragmentación del espacio en dos zonas claras (estancia y tránsito) y a la inclusión de elementos como las islas vegetales, los recorridos se han abierto, permitiendo el máximo aprovechamiento de este entorno. Proyectar elementos de sombra que permitan permanecer tanto en invierno como en verano en condiciones climáticas y espaciales confortables. Se proyecta, una pérgola de arquitectura ligera, adaptable, buscando minimizar el uso de materiales y el impacto medioambiental, que permite utilizarse individualmente o en conjunto; y vegetación (se conserva parte de la existente) de gran tamaño en la zona norte, fuera del límite del aparcamiento subterráneo, y de tamaño considerable en el resto de la plaza. Para ello se han proyectado contenedores de tierra que posibilitan la plantación de especies de tamaño medio y arbustos, produciendo sombra y sensación de frescor. Crear una nueva imagen para la plaza más acorde con el entorno en el que se encuentra. Se trata de un espacio que se puede percibir desde diversos ángulos dados sus dos niveles. Por ello el diseño del pavimento cobra especial relevancia en esta recuperación. El material seleccionado (piedra del Cabezo) establece un diálogo con los materiales de la Iglesia de Santiago integrando el espacio en la trama urbana, facilitando la “adopción” del lugar por la ciudadanía. “Cuando ese sentimiento de territorialidad es compartido por una buena parte de los residentes, cuando es reconocido como propio, pero también es un espacio usado y apropiado socialmente, podemos confirmar la existencia de una identidad colectiva con un espacio” (HERNÁNDEZ, 1997). El diseño del pavimento es clave para caracterizar este espacio. Consta de una pieza de formato triangular, que permite pavimentar superficies de doble curvatura. A partir de la repetición de dicha pieza, se conforma una unidad hexagonal generando una malla que se adapta naturalmente al desnivel existente, creciendo o menguando en superficie según la mayor o menor pendiente topográfica. El pavimento penetra hasta las fachadas de los edificios y bajo los soportales incrementando la continuidad espacial. Gracias al giro de la trama y a su abstracción, el atractivo de la plaza y su confort han mejorado considerablemente. El pavimento, el mobiliario y la vegetación componen el conjunto proyectado homogéneamente, creando un espacio que puede ser utilizado como un gran foyer, y en el que el paisajismo y la arquitectura colaboran en armonía. Conseguir un espacio flexible, capaz de adaptarse a las necesidades presentes y futuras del Municipio. Para lograr este objetivo el primer requisito es contar espacios públicos de un tamaño adecuado. Sin confundir calidad con cantidad, el espacio debe proporcionarse según la afluencia vecinal y los usos previstos a corto y largo plazo. Es importante no proyectar espacios desproporcionados que resulten inhóspitos y en consecuencia desaprovechados, tal y como ocurría en el estado previo de la Plaza “Nada menos favorable al renacimiento de la vida de la calle que tamaños desproporcionados que acaben diluyendo la limitada actividad pública de las nuevas periferias (…)” López de Lucio (DI SIENA, 2009). Para enfrentarnos a la regeneración la Plaza hemos planteado una estrategia de fragmentación dividiendo el espacio en diferentes áreas funcionales de distintas proporciones lo que nos ha permitido adaptar el espacio a diferentes usos y actividades. Hemos incluido en el proyecto mobiliario multiuso. Gracias a la riqueza de su diseño, se adapta fácilmente a distintas actividades. Así nos encontramos con elementos que cumplen diferentes requisitos de una forma creativa e innovadora, bancos y topografías vegetales que se adaptan a las necesidades de los usuarios. Mejorar la sostenibilidad urbana a través de nuestra intervención. En una rehabilitación urbana se debe extender el concepto sostenible tanto al contexto de la actuación, como a esta misma (con una construcción responsable). Para determinar de una manera fiable las mejoras reales que supone la recuperación de un espacio y su impacto sobre el medio urbano una herramienta eficaz son los diferentes Indicadores de Sostenibilidad Ambiental adaptados a la casuística del emplazamiento. Se han utilizado materiales reciclados en proyecto (pérgola), reutilizando elementos como las luminarias. Hemos buscado un uso responsable del agua, utilizando especies vegetales que no precisan una excesiva cantidad de agua y utilizando césped artificial en las zonas de pradera. 3. Resultados. Gracias a la rehabilitación de La Plaza de la Balsa Vieja hoy nos encontramos un nuevo entorno. La actividad comercial del la Plaza se ha incrementado considerablemente. Los ciudadanos han adoptado los usos previstos como propios, siendo ahora una zona de estancia confortable a causa de la sombra proyectada. Los niños utilizan el mobiliario multifunción (las islas vegetales) como zona de juegos, algo no previsto en el proyecto, pero que demuestra que creando elementos urbanos atractivos siempre puedes lograr resultados sorprendentes. “El diseño de un mobiliario urbano multifuncional (…) es un principio que se puede recomendar con carácter general, porque da como resultado elementos urbanos más interesantes y permite una mayor variedad en el uso del espacio de la ciudad.” (GEHL, 2006)
publicado el 14/05/2014
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