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Decidimos conservar una antigua nave situada junto a un parage de especial interérs medioambiental, la Laguna de Fuente del Rey, muy visible desde el oeste, la autovía Sevilla Cádiz, fuertemente expuesta a la radiacion solar. Una envolvente galvanizada de perfiles protectores convierte la primitiva edificación en señuelo brillante que centellea y vibra disipando volumen. En su interior experimentan con tecnologías de tratamiento de aguas. Optimizamos sus funciones ampliándola, acoplándole a poniente nuevas edificaciones, pabellones de herméticas fachadas. Emblema y escudo solar. La intensa luz exterior matizada, filtrada por tramas y celosías, se desparrama organizando los interiores. El patio articula prioridades. Planos inclinados cubren los pabellones que emiten, a través de sus gárgolas, mensajes de contenido hidráulico vertiéndolos sobre albercas. El edificio sugiere una imagen hidráulica. El trasiego de agua visible, desde la cubierta al suelo y un escudo poliédrico, proteccion y señal, protegen el edificio. El “agua como quehacer” actúa a modo de rubrica y contraseña de identidad.