Entrevistamos a Estefania Alcarazo, arquitecta responsable del segmento edificación y prescripción de LafargeHolcim.
La fusión entre Lafarge y Holcim, en julio de 2015, ha supuesto un hito en el mundo de la construcción.
Pregunta: Una fusión empresarial es siempre un momento intenso. ¿Podría comentarnos qué ventajas proporcionará la fusión de Lafarge y Holcim a los arquitectos, la arquitectura y al sector de la construcción en general?
Respuesta: La fusión entre Lafarge y Holcim, en julio de 2015, ha supuesto un hito en el mundo de la construcción, ya que el resultado ha sido una nueva entidad conocedora de su papel como vector de cambio hacia una construcción eficiente y sostenible. Con estos principios, y teniendo en cuenta el desafío que suponen cuestiones globales como el cambio climático, el incremento de la población y su concentración en las ciudades, entre otros, trabajamos en la búsqueda de soluciones para la construcción de infraestructuras que den respuesta a las necesidades de la sociedad de hoy y del futuro. Para ello es fundamental la interrelación entre todos los implicados en los procesos de construcción, desde ingenieros, investigadores, urbanistas y, por supuesto, arquitectos.
La sociedad nos exige una nueva forma de construir, apostando por la economía circular y la sostenibilidad, combatiendo el cambio climático con el uso de nuevos materiales para la construcción más eficientes y mejores aislamientos y diseñando mejores espacios desde el punto de vista medioambiental y de consumo de energía. Es una labor conjunta y los arquitectos estamos en primera línea.
P: Tradicionalmente la formación del arquitecto se orienta más a su labor como proyectista. ¿Cómo vive una arquitecta la experiencia de ser parte de una organización de la dimensión de LafargeHolcim? ¿Qué diría que aportamos los arquitectos como gestores en estructuras empresariales?
R: Es una experiencia gratificante porque, como ya he comentado, la figura del arquitecto es fundamental en la nueva era de la construcción a la que nos dirigimos, una construcción respetuosa con el medio ambiente en la que el arquitecto es piedra angular. El arquitecto no solo participa en el diseño, su toma de decisiones va mucho más allá. La correcta elección de todos los parámetros es básica, y entre ellos está la selección de los más adecuados sistemas constructivos. Los esfuerzos que desde LafargeHolcim se realizan para el desarrollo de productos y servicios innovadores que fomenten la sostenibilidad y la eficiencia energética, son un valor añadido en cuanto a creación de nuevos hábitats sostenibles en los que se mejora la calidad de vida de las personas.
P: Parte esencial de la actividad de la empresa está orientada hacia la consecución de un desarrollo sostenible. Siendo una empresa que fabrica productos tradicionalmente asociados a un alto impacto ambiental, ¿qué líneas estratégicas han establecido para responder a sus objetivos de sostenibilidad?
R: La compañía invierte gran parte de sus esfuerzos en la mejora de sus instalaciones y en la implementación de las Mejores Prácticas Disponibles en todos sus procesos, así como en la investigación y desarrollo de nuevos materiales que disminuyan la emisión de CO2 a la atmósfera o el uso del agua en las operaciones de cemento. Cabe destacar que cada una de estas acciones está recogida en el Plan 2030, la hoja de ruta de la compañía en materia de sostenibilidad basada en los compromisos alcanzados en la COP21 de París y en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y que se fundamenta en cuatro áreas: clima, economía circular, agua y medio natural y personas y comunidades.
Durante el año 2016 hemos trabajado en la traslación de los objetivos del Grupo a nivel nacional. Se ha propuesto una meta a medio plazo para hacer más plausible el seguimiento y cumplimiento en el horizonte 2030. Cada año, los datos se irán revisando para asegurar su veracidad y relevancia material.
Entre las metas marcadas para España a medio plazo, en 2020, se encuentran la reducción de un 15% de las emisiones específicas netas de CO2 con respecto a los niveles de 1990, así como alcanzar una tasa de sustitución térmica, gracias a la valorización de residuos, del 49%.
En el ámbito de la gestión de agua y del medio ambiente, se ha propuesto una reducción del consumo de agua del 33% por toneladas de cemento, y seguir contando con el asesoramiento de expertos independientes en el campo de la biodiversidad para la restauración de las canteras, ya que todas las instalaciones de LafargeHolcim España poseen un plan de minería aprobado por las autoridades competentes en el que se detallan las acciones a realizar año a año.
P: ¿Podría respondernos más específicamente cómo se puede reducir la huella de carbono en la producción de hormigones y morteros?
R: Principalmente en el proceso de fabricación del clínker, sustituyendo el uso de materias primas por residuos. Una vía de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) es reducir el uso de combustibles fósiles y optar por el uso de combustibles alternativos a partir de residuos.
La tasa de sustitución térmica, es decir, el porcentaje de la energía térmica procedente de combustibles alternativos (disolventes, aceites, envases de plásticos, harinas animales, lodos secos de depuradora, neumáticos…), ascendió el año pasado a un 38%, un incremento sustancial con respecto al 35% del ejercicio anterior. Un tercio de estos combustibles alternativos son biomasa, cuyas emisiones son neutras frente al cambio climático, lo que supone haber evitado en 2016 la emisión a la atmósfera de más de 135.000 t CO2 procedentes de combustibles fósiles.
El uso de residuos, pretratados por Geocycle, por parte de todas las fábricas de LafargeHolcim España, es el núcleo de nuestra aportación a la economía circular. Ofrecemos una solución segura y fiable al tratamiento de residuos mediante su valorización energética como combustibles alternativos, aprovechándolos como fuente de energía o como materia prima en la producción de cemento. De esta forma, proponemos una alternativa a su eliminación vía vertedero o incineración, contribuimos al medio ambiente y nos comprometemos con la economía circular gracias al ahorro de recursos naturales no renovables y de materias primas procedentes de canteras.
P: ¿Hacia dónde se orienta la tecnología y la innovación en la producción de los hormigones y sus productos asociados?
R: En LafargeHolcim desempeñamos nuestra actividad siendo conscientes de que nuestro papel puede ser decisivo a la hora de afrontar desafíos globales como la creciente urbanización de las ciudades, consecuencia del aumento de la población. Por ello, desarrollamos productos innovadores y soluciones integrales que contribuyen a la sostenibilidad. Cabe destacar que la transversalidad de la sostenibilidad en LafargeHolcim es una seña de identidad y, más concretamente, es uno de los pilares estratégicos de la compañía.
Es por esto por lo que nuestro compromiso se centra en la creación de materiales de construcción capaces de contribuir a la disminución del consumo energético de los edificios, ya que estos son los responsables del 20% del consumo energético y de aproximadamente un tercio de las emisiones de carbono a nivel mundial. Para ello, buscamos materiales más sostenibles que permiten un ahorro de energía en su fabricación, así como en su uso constructivo. De esta manera, y gracias al ahorro total de energía en la fabricación de material y puesta en obra, podemos incidir en el 4% del consumo total de energía.
Actualmente, en LafargeHolcim estamos inmersos en un proyecto que permitirá a los proyectistas obtener los sellos Leed y Breeam con la utilización de nuestra gama de productos especiales, hormigones y cementos: Agilia Hormigones, Agilia Morteros, Hydromedia, Chronolia, Thermedia, Artevia e Infinicem.
P: Planteamientos desde la bioconstrucción abogan muchas veces por estructuras de madera. ¿Hasta qué punto diría que la madera es una opción de futuro para la construcción de estructuras residenciales frente al hormigón?
R: La construcción con madera tiene ventajas e inconvenientes. Desde mi punto de vista, el principal inconveniente es que la madera está muy ligada a su origen natural. Es verdad que se trata de un material renovable, siempre y cuando proceda de bosques con explotación forestal sostenible, tiene un menor impacto medioambiental y, como material de construcción, es ligero y resistente y de fácil manipulación.
Pero, por otro lado, no debemos olvidar que existen diferentes tipos de madera en función de su zona geográfica y que no todas las especies tienen las mismas propiedades físicas y, por lo tanto, las mismas características mecánicas. Esto significa que los métodos de cálculo a la hora de llevar a cabo una construcción con madera requerirán de un mayor esfuerzo de estudio y comprobación. Además, se trata de un material que sufre con la humedad y agentes biológicos, por lo que necesita protección y tratamientos temporales (lasures, barnices…) y un mantenimiento.
P: Parece que la prefabricación y la impresión 3D están volviéndose cada vez más unas opciones reales e interesantes comercialmente. ¿Cree que el comprador final está más abierto a experimentar estas nuevas arquitecturas?
R: Estamos inmersos en proyectos que nos permitan avanzar en este campo.
Obviamente la industrialización en los procesos constructivos se impone a los métodos tradicionales, ya que la especialización es hoy en dia y de forma creciente, necesaria para una edificación que responda a las necesidades de las sociedades del futuro.
Los compradores finales son partidarios de estos nuevos sistemas en la medida en que le resuelven problemas como plazos de ejecución en obra, efectividad en los procesos y ahorros energéticos en el uso de los edificios.
P: Rascacielos y obras milenarias, hay dos parámetros clave para un producto como el hormigón: su resistencia y su durabilidad. ¿Podemos esperar novedades importantes relativas a productos con cambios sustanciales en estos dos parámetros?
R: En LafargeHolcim investigamos y avanzamos en el desarrollo de materiales innovadores en este sentido.
Cuando hablamos de cementos como Infinicem, que procura unas resistencias iniciales del orden de 10 veces el de los cementos convencionales, o de hormigones que ya llevan incorporada en su estructura fibras metálicas que reducen la necesidad de un armado suplementario, o de hormigones como Hydromedia o Artevia, que no necesitan de ningún mantenimiento, estamos sin duda hablando de avances en estos campos.
Una empresa como la nuestra se distingue por una constante investigación que nos permite avanzar en cuanto a la mejora en todos los aspectos que convierten nuestros sistemas constructivos en pioneros en la construcción.
P. En los últimos años, la labor de los arquitectos se ha orientado hacia la reforma y rehabilitación. ¿Cómo se han adaptado a este cambio? ¿Disponen de alguna línea específica de productos para este sector?
R: España es un país con un parque inmobiliario envejecido y en el que las normativas en materia de eficiencia energética son cada vez más exigentes para todo tipo de viviendas. Estos factores fueron clave para que el subsegmento de la rehabilitación ganase terreno. Desde LafargeHolcim hemos trabajado, desde el inicio, con los organismos expertos en materia de rehabilitación así como con nuestros clientes, haciendo posible que la adaptación se haya realizado en función de las necesidades específicas del sector de la reforma y rehabilitación.
En cuanto a la línea específica, destacaría el desarrollo de soluciones para una mayor eficiencia energética en la climatización, con sistemas de suelo radiante combinado con mortero autonivelante de alta transmisión térmica, que permite un mejor rendimiento y un menor consumo energético en la climatización.
Otro producto clave para la rehabilitación eficiente es el relacionado con la envolvente del edificio, puesto que es imprescindible para asegurar una rehabilitación energéticamente eficiente, a través de hormigones de baja conductividad térmica que pueden llegar a reducir hasta en un 30 por ciento los puentes térmicos del edificio.
P: Nos ha parecido interesante leer que en sus canteras se señala con un monitor público el número de días que transcurren sin accidentes laborales. ¿Cómo afrontan el compromiso con la salud y la seguridad?
R: No solo en canteras, sino en todas nuestras instalaciones, es nuestra prioridad fundamental. En LafargeHolcim disponemos de un sistema de gestión interno para garantizar el cumplimiento de los procedimientos e iniciativas en materia de salud y seguridad. Para lograrlo, se promueve una verdadera cultura de salud y seguridad fomentando un clima saludable para todos (empleados, contratistas, comunidades y clientes) y, al mismo tiempo, trabajamos en la continua mejora de la gestión de riesgos.
En 2016 se inició la iniciativa más destacada de la compañía en materia de salud y seguridad, el Proyecto “Zero”, que tiene como objetivo alcanzar los cero daños y cero accidentes en todas las operaciones relacionadas con la actividad propia de la compañía.
Se trata de una hoja de ruta exhaustiva sobre salud y seguridad que comprende siete parámetros: liderazgo, capacitación y motivación, unificación de sistemas de gestión, ejecución efectiva, salud y bienestar, seguridad en la carretera, comunicación y el nuevo Portal Zero. Cada área está coordinada por un grupo de trabajo multidisciplinar que tiene como principal objetivo incrementar el nivel de liderazgo en salud y seguridad; integrar y unificar todas las operaciones en un único sistema de gestión y desarrollar acciones de valor añadido orientadas principalmente a las personas.
Un compromiso que queremos extender más allá de nuestras instalaciones y trabajamos diariamente para compartir esta cultura con nuestros proveedores, grupos de interés y clientes.
P: ¿Cuáles diría que han sido los proyectos de referencia recientes desarrollados por LarageHolcim que deben conocer los arquitectos?
R: Entre los principales proyectos en los que ha participado LafargeHolcim a nivel internacional cabe destacar el edificio de la Filarmónica de Hamburgo, un proyecto en el centro de la ciudad con el que disfrutarán muchas generaciones. También estamos colaborando en el desarrollo del aeropuerto de la Ciudad de México, un proyecto con algunos de los mayores retos técnicos de la construcción actual.
Otros proyectos en los que hemos o estamos participando son: la mejora de la planta eléctrica Jimah en Malasia, el viaducto TSRC de Australia, el Museo de Arte Contemporáneo Niteroi y el Museo de Amanha, ambos en Brasil, el Droneport de Venecia o las Torres Absolute en Canadá.
A nivel nacional, hemos participado en edificios y obras tan representativas en los últimos años como el famoso puente de la Constitución en Cádiz, el edificio de Caixa Forum de Sevilla y el Nuevo Colegio Alemán de Madrid. También hemos realizado intervenciones en la Sagrada Familia de Barcelona y los puertos de Sagunto en Valencia y Cartagena en Murcia, entre otros proyectos.
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