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Inmuebles levantados en la Costa Brava que han obtenido la calificación energética A

Casas de corcho para combatir el cambio climático

Las dos casas de madera de pino y fachadas cubiertas de corcho. EL MUNDO

La madera contralaminada de pino con protección exterior de corcho han sido los principales materiales utilizados en estas viviendas de premio

La edificación sostenible se duplicará entre los años 2016 y 2018

El corcho se está convirtiendo en un material de tendencia para la rehabilitación de edificios. Pero también para la construcción. Los arquitectos Emiliano López y Mónica Rivera han sabido aprovechar todas las propiedades de este elemento y llevarlas a su máxima expresión en dos casas que se levantan en una zona de la Costa Brava (Palafrugell, Girona) en la que en otro tiempo existieron importantes explotaciones de corcho.

Para preservar al máximo la vegetación existente (grandes arbustos, esbeltos pinos y alcornoques), el proyecto parte de una construcción preindustrializada, de producción en el taller para su posterior ensamblaje en el terreno, prescindiendo también de muros, garajes soterrados y terrazas pavimentadas. En este sentido, se utilizan sólo los metros cuadrados imprescindibles.

La madera contralaminada de pino con protección exterior de corcho son los principales materiales empleados. Según López, la elección del corcho en los exteriores les ha permitido beneficiarse de las prestaciones acústicas, térmicas, de impermeabilización, de permeabilidad a la difusión del vapor e incluso a la resistencia al fuego que solo este material es capaz de ofrecer por sí mismo.

"Nos pareció que las casas se integrarían mejor en el lugar si su textura y color exterior era igual al de los elementos vegetales del terreno", argumenta López. Mientras, en los interiores se deja vista la madera de la estructura, "de modo que se generan unos ambientes cálidos de un carácter más próximo al bosque cercano, y no tanto al mar que se encuentra a 500 metros de las casas", se puede leer en la memoria del proyecto. La madera también ayuda a la regulación de la humedad en el ambiente; cuando es excesiva la absorbe y cuando es muy baja la libera, contribuyendo a la sensación de confort.

Nueva concepción industrial

Con todo, la decisión de los arquitectos de utilizar estos materiales no es entendida como una innovación, "sino más bien como una revalorización de técnicas probadas por largos años de decantación que la revolución industrial dejó de lado", explican. La nueva concepción industrial, tanto de la madera como del corcho, hacen que estos materiales resulten asequibles y den mejores prestaciones medioambientales. "Poco a poco, la sociedad va redescubriendo que la pátina que deposita el tiempo en los materiales naturales es un valor añadido y no una mengua", subraya López.

Ambas casas han obtenido la calificación energética A gracias a la incorporación de un equipo de aerotermia para la producción de agua caliente sanitaria y la calefacción por suelo radiante. Según López, "con el uso del corcho y la madera se compensa gran parte de las emisiones de dióxido de carbono que genera la construcción, ya que se contrarrestan con la transformación de dióxido de carbono (CO2) en dioxígeno (O2) que estos árboles produjeron mediante fotosíntesis en el bosque".

Toda la madera de pino utilizada procede de bosques certificados y controlados para su producción. Mientras, el corcho tiene la particularidad de que se regenera y no es necesario talar el alcornoque.

Este proyecto ha sido galardonado en la pasada edición de Barcelona Building Construmat (BBC) y ha recibido el premio de arquitectura anual que otorga el Colegio de Arquitectos de Gerona.