La actual plaza de Séneca, proyectada por José González Altés para el Ensanche de Alicante en 1888, presenta cuatro estratos constructivos. Uno: se mantiene el ámbito del solar rectangular inicial, con una superficie de unos 9.200 m2. Dos: en la parte central permanece el refugio antiaéreo construido hacia 1937-38. Tres: a levante sigue en pie el edificio principal de la vieja Estación de Autobuses de 1943-47, que ha sido remodelado en 2014-17. Y, cuatro: a poniente existe un jardín de trazas diagonales de diseño y ejecución recientes: 2012-14. Sorprende que, en poco más de una centuria, se superpongan varios episodios edilicios. El plano reticular del Ensanche tenía tres sectores, de los cuales, en el más cercano al puerto, se liberaba una de sus manzanas para destinarla a plaza o a una futura dotación.

La elección de la plaza Séneca para ubicar la Estación Central de Autobuses (ECA) no fue casual. Se trataba de un solar con situación céntrica y de facilidad de accesos, en medio de una trama de calles anchas y perpendiculares pensada para la circulación rodada; el proyecto, de 1943-44, lo redactó Félix de Azúa y las obras concluirían en 1947. Que esta infraestructura se construyera en plena posguerra revelaba la importancia de la misma para la vertebración de la provincia en sus comunicaciones con la capital. Porque si la red ferroviaria inició la modernización del Estado, las estaciones de autobuses conectaron todos y cada uno de los pueblos: el viaje por carretera se popularizó consolidando la sociedad de masas y el turismo.

La Estación se planteó ocupando la totalidad de la manzana incluyendo en el lado de poniente cuatro bloques de viviendas sociales mediante depurados prismas blancos e idénticos, afines al movimiento moderno. La ECA acusa características que la hacían peculiar por sus novedades. Se trata de un equipamiento que deriva de la tipología de la estación de trenes ‘de paso’ —un edificio para los viajeros, de presencia representativa, de cara a la ciudad, y un hangar para las máquinas, de aspecto industrial, en la parte posterior—, con las vías pasantes de un lado al otro. El edificio principal, situado al este, se separa del tráfico rodado: esta zona era una explanada con cuatro vías y cinco andenes dotados de viseras en voladizo; esta fue la solución final de 1944, ya que el proyecto inicial contemplaba solo dos grandes viales.

En la Estación Central, las dos partes se separan desde el inicio: inmueble para personas y andenes para máquinas. El edificio principal aloja un gran vestíbulo en torno al cual se desarrolla todo el programa: pequeños locales para las líneas y otros usos en planta baja (bar, correos, estanco) y un restaurante y una hospedería en la planta superior. La relación del edificio con los viales se establecía mediante una galería enterrada y sus escaleras. La separación de tráficos rodado y peatonal es un principio que entronca el proyecto con el funcionalismo de entreguerras. Sin duda, el vestíbulo central, las marquesinas voladas y los pasos subterráneos están influidos por la arquitectura moderna de las infraestructuras para el transporte de viajeros en tren acometidas por la Italia del Duce que tanta admiración, política y técnica, causaba en el nuevo orden nacionalsocialista de España.

El vestíbulo central es el espacio más singular de la Estación por su volumen abovedado y su disposición oblonga (de más de 500m2, de aprox. 49x11m y 8m de altura). Esta gran sala, constituida por una serie de pórticos con vigas carpanel de hormigón armado, entre las que se extienden losas atravesadas por piezas cilíndricas de vidrio que dan luz al interior, pasa por ser la única plaza cubierta levantada a lo largo de toda la Dictadura y seguramente sea el espacio público más moderno de dicho periodo al aunar diafanidad, luminosidad, sinceridad estructural e innovación técnica.

Conviene destacar que la ECA es el primer edificio que se ejecuta todo en hormigón armado. Los grandes murales que lo presiden, de Gastón Castelló, hacen mención a temas de propaganda y bienvenida. El sito al norte describe la riqueza artesanal e industrial de Alicante, con personajes y productos del mar y la tierra, rodeando un mapa de la provincia donde se han trazado las carreteas y se señalan todos los pueblos con acceso en autocar. El sito al sur esboza la vocación de servicio de la capital y sus atractivos turísticos: sobre el plano urbano, el pintor destaca en perspectiva las grandes vías, las sedes administrativas y los monumentos; en la parte baja se lee: “Bienvenido seas viajero. Alicante te ofrece sosiego y luz radiante”. Ambos frescos se vinculan a una tradición en auge por entonces: la publicitaria del ‘realismo socialista’. No extraña, pues, que la vieja edificación forme parte del imaginario de las gentes que pueblan la geografía alicantina, porque la ECA ha sido la puerta de entrada y salida a la ciudad.

El vestíbulo central es el espacio más singular de la Estación por su volumen abovedado y su disposición oblonga (de más de 500m2, de aprox. 49x11m y 8m de altura). Esta gran sala, constituida por una serie de pórticos con vigas carpanel de hormigón armado, entre las que se extienden losas atravesadas por piezas cilíndricas de vidrio que dan luz al interior, pasa por ser la única plaza cubierta levantada a lo largo de toda la Dictadura y seguramente sea el espacio público más moderno de dicho periodo al aunar diafanidad, luminosidad, sinceridad estructural e innovación técnica.

Con el nuevo milenio y la nueva expansión económica y urbana, la Estación Central acusaba varias deficiencias, por lo que se pensó en su traslado a un nodo intermodal; cuando esto sucediera, el inmueble quedaría sin uso. Por este motivo, el Ayuntamiento convocó en 2008 un concurso de ideas sobre el conjunto de la plaza Séneca con una serie de premisas abiertas (conservación de estación, derribo de bloques, inclusión de parking, creación de zona verde…). Fue resuelto en 2009 a favor del equipo Santatecla Arquitectos con un proyecto sugerente que introducía el subterráneo, restauraba y abría la Estación a la plaza, incorporaba un jardín y se ampliaba con parte de la manzana al sur. Pero, ni el consistorio ni los vecinos se convencieron con un proyecto tan respetuoso, por lo que fue abandonado. Sin embargo, la ciudad disponía de un lugar con muchas posibilidades que aumentaron con el traslado de la ECA en 2011. Por entonces, el consistorio desistió de la idea del aparcamiento y decidió demoler los bloques sociales para acometer el ajardinamiento de la plaza con los propios servicios técnicos (Carmen Pérez y Miriam Jareño), que se inauguró en 2014.

Casi a la vez, en 2013, se encargó al estudio Isaac Peral Arquitectos la rehabilitación de la Estación como mercado gourmet, modelo exitoso en otras urbes. No obstante, la falta de ofertas requirió de un reajuste en el diseño a fin de que los históricos espacios sirvieran a funciones culturales y sociales. Las obras de restauración se prolongaron hasta 2017, estando al frente de las mismas Miriam Jareño y José Luis Campos (CrystalZoo); en el ínterin, se descubrió el refugio antiaéreo, se procedió a su recuperación y se hizo accesible a la ciudadanía, incorporando este elemento patrimonial a la Memoria Histórica de la Guerra Civil y de cuyo diseño se hizo cargo Ángel L. Rocamora.

Pero quizás, de todas las actuaciones en la plaza de Séneca y su entorno, procede destacar la pulcra intervención proyectada y llevada a cabo en el edificio de la vieja Estación Central de Autobuses construida por la Dictadura, porque, bajo un envoltorio historicista, se escondía un espacio representativo de la modernidad que, ahora, ha sido restaurado más allá de su forma prístina. De hecho, el amplio y luminoso vestíbulo principal, con ascendencias en la arquitectura de Jacobsen y en la moderna italiana, ha sido devuelto a un estado primigenio inexistente al sumar, al gran vacío central, los locales compartimentados de las taquillas y sus entreplantas, expandiendo el hall que, blanqueado y atravesado por los soportes de los pórticos (antes escondidos), se aproxima más a los axiomas modernos de la planta libre y del espacio isótropo ilimitado que, tras la actuación, se prolonga hacia la pérgola y la plaza exteriores al haber mutado el antiguo muro en paños de vidrio. Así pues, se ha recuperado un espacio más moderno si cabe que aquel de posguerra que se concibió en muy adversas condiciones materiales y culturales para este tipo de argumentos de vanguardia que, hoy, vuelve a ser convincente. Su frescura está aún por descubrir y explorar con un uso compartido que permita la integración de todo el barrio entorno a este patrimonio arquitectónico.

Acceso al artículo completo 

Bibliografía:

Artículo:

Martínez-Medina, A., 2007, “Patrimonio para integrar y conservar”, dir. Información, suplemento Arquiletras, Alicante, 07-dic-2007; pp: 2-3. Disponible on-line en:

<http://medias.diarioinformacion.com/suplementos/2008-01-03_SUP_2007-12-27_01_19_34_arquiletras.pdf>.

Libros:

Martínez-Medina, A., 1998, La arquitectura de la ciudad de Alicante: 1923-1943. La aventura de la modernidad. Alicante: CTAA y Gil Albert; pp: 367-371.

Varela Botella, S., 1980, Guía de Arquitectura de Alacant (tomo II). Alicante: Delegación de Alicante del COACV.

Planos:

Procedentes del Archivo Municipal de Alicante (a través del autor, de I. Peral y de J. Oliva) y de los propios autores de los proyectos y las obras.

Fotos:

De David Frutos (fotógrafo), del autor, de Isaac Peral, de J. Oliva y del libro-cedé en la web del COACV (2009 y 2012), todo ello según se indica en los pies.

Otras obras similares próximas:

La vieja Estación de Autobuses entra en relación directa con las dos plazas de la Dictadura de Franco: la plaza de la Montañeta (donde se encuentra la Delegación del Gobierno, las sedes de los ministerios de Hacienda y Fomento, y la iglesia de Ntra. Sra. de Gracia) y la plaza del Ayuntamiento (inaugurada como “Plaza del 18 de Julio” y resuelta mediante un concurso público de arquitectura y urbanismo en 1943); ambas plazas y sus edificios se inician en la década de los 40 y se terminan a mitad de los años 50.

Visitas:

La nueva plaza Séneca está abierta a todas horas. La visita al edificio de la antigua Estación de Autobuses se debe acordar con el Ayuntamiento, ya que aún no tiene un horario de apertura. El refugio frente a los bombardeos aéreos de la Guerra Civil puede visitarse concertando una cita con el Centro de Interpretación de Refugios (se encuentra en frente: calle Italia y calle Portugal).

Webs+Blogs (libro-cedé):

http://www.coacv.org/docs/amccv/amccv/ficha019.htm
https://www.facebook.com/refugiosalicante/
http://medias.diarioinformacion.com/suplementos/2008-01-03_SUP_2007-12-27_01_19_34_arquiletras.pdf

Para comer y beber:

Hay muchos lugares para comer en el entorno: desde la Cervecería Cantó, el Rte. Nou Arcos y el Café de las Artes hasta el Rte. Monastrell en el muelle de Poniente (frente a la Sala de la Lonja).

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Este artículo es una edición mínima llevada a cabo por el Dpto. de Cultura y Formación del Colegio Territorial de Arquitectos de Alicante del artículo realizado por el Dr. Arquitecto D. Andrés Martínez Medina, dentro de la serie Boîte à miracles, realizada por encargo de dicha entidad.