consecuencias del pgou del 1982

Altea se la juega a una carta: que el Consell no dé licencias en Cap Blanc

24/04/2017 - 

ALTEA. Más allá de los dimes y diretes entre el PP y el tripartido de Altea, la vigencia del Plan General de Ordenación Urbana del 1982 tiene sus consecuencias. Aunque el gobierno local se muestra tranquilo, la realidad es que zonas como Cap Blanc podrían verse envueltas de nuevo en la polémica por su posible urbanización. Cabe recordar que este mes le caducó a la localidad la suspensión de licencias que dejaba sin opción a aquellos que quisieran construir en zonas afectadas por el nuevo PGOU. 

Cap Blanc es una de los pocos suelos libres de hormigón en esta zona costera, y que tras la caducidad de las suspensiones, todo interesado podría tramitar las licencias oportunas para empezar a trabajar en el suelo. Pero la concejal de Urbanismo, Inma Orozco, explicó a Alicante Plaza que están tranquilos porque según sus consideraciones, no se llevaría a término.

Le edil se basa en una premisa fundamental. El Consell les pidió que dejaran fuera del Plan General estos terrenos, por lo tanto, entienden que en el momento en el que esta administración tenga que expedir cualquier licencia, se basará en los mismos argumentos para rechazarla. Pero claro, se trata de una premisa con incertidumbre. Más aún teniendo en cuenta las contradicciones que se tienen en el tema urbanístico, que a la vez que se pedía protección para esta zona, se aprobaba en el Pativel que la primera línea de playa de Cap Blanc fuera de uso hotelero.

Lo mismo que la otra opción que manejan: el tiempo que tarda en tramitarse y llevarse a cabo un plan parcial. Un periodo en principio, más largo que el que le queda por recorrer a la revisión de la carta urbanística. Por lo tanto, estiman que antes se aprobaría el nuevo PGOU a que se pusiera la primera piedra en la partida de Cap Blanc.

Lo que sí que es cierto es que hacía dos años que no se podía emitir licencias para construir en este área, que años anteriores sí que se llegó a plantear con una agrupación de interés urbanístico. Por ello, Altea ahora confía en esta suerte de circunstancias para que esta tierra se mantenga virgen. Así las cosas, el Ayuntamiento sigue resolviendo cada una de las alegaciones, alrededor de 400, motivo por el cual se ha demorado en el tiempo la aprobación del nuevo Plan General.

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